Dándose cuenta de esto, Zhao Youlin quiso levantarse apresuradamente, pero en ese momento crucial, alguien le sostuvo la mano.
Los ojos cerrados se abrieron de golpe debido a este cambio repentino. Miró a Mu Tingfeng, quien había despertado en algún momento, con incredulidad.
Los ojos profundos y oscuros eran como un remolino, y las personas podrían ser succionadas en ellos en cualquier momento para siempre.
Tal vez todo ocurrió demasiado repentinamente, Zhao Youlin no pudo reaccionar en absoluto. Mantuvo su posición de levantarse y miró a Mu Tingfeng de cerca hasta que hubo otro susurro molesto detrás de ella.
—Presidente Mu, ¿qué está haciendo? Suéltela rápido.
Los dos parecieron despertar de un sueño. Zhao Youlin instantáneamente sacó su mano de la mano de Mu Tingfeng. Dio unos pasos hacia atrás y golpeó a Duan Yarong, que estaba detrás de ella.
Al mismo tiempo, Mu Tingfeng también se sentó en la cama. Sus ojos brillantes estaban fijos en Zhao Youlin, y nunca se apartaron.
