—¡Muack!
Los dos adultos se quedaron atónitos por el fuerte sonido de un beso que resonó por toda la habitación.
Mientras tanto, el niño que había hecho el sonido permanecía completamente ajeno. Murmuró con ojos somnolientos:
—Mami, besos… besos…
—Pfff… —Mirando los ojos borrosos del niño y su adorable aspecto, no pudo contener la risa.
Su pecho se sacudía de risa. Esto gradualmente despertó a Joy, y él abrió los ojos con dificultad. Miró a Zhao Youlin, que estaba justo delante de él, y se sorprendió al darse cuenta de que no había sido un sueño después de todo.
Al recordar lo que acababa de hacer, su carita redonda se puso roja. Inmediatamente abrazó a Zhao Youlin con fuerza y enterró su cara.
—¡Jajaja! —Cuando Zhao Youlin vio esto, su risa solo se intensificó. Extendió la mano para pellizcar la carita de Joy y lo molestaba:
—¿Ahora sí sientes vergüenza?
—¡Mami! —Desde los eventos de la noche anterior, Joy se había vuelto más audaz al enfrentar a Zhao Youlin. Protestó indignado por la humillación que sentía. Sus ojos eran especialmente hermosos ya que se llenaron de lágrimas por su molestia y vergüenza.
—Está bien, está bien, está bien. No te molestaré más. Es tarde, tengo que levantarme para desayunar. ¿Quieres levantarte conmigo, Joy? —Joy apretó con fuerza los hombros de Zhao Youlin y respondió de manera adorable:
—Sí.
Zhao Youlin sonrió y sacó a Joy de la cama.
En ese momento, el anciano mayordomo que había sido ignorado se apresuró a avanzar:
—Señora, déjeme hacerlo.
—Sr. Mayordomo... —Joy se apoyaba en Zhao Youlin. Luego levantó la cabeza y llamó al mayordomo cuando oyó su voz. Joy de inmediato recordó que el mayordomo había estado de pie al lado todo este tiempo, pero no se había percatado de él. ¡El mayordomo debió haber visto el incidente anterior. Qué vergüenza!
Cuando vio al niño enterrándose en sus brazos después de solo una rápida mirada al anciano mayordomo, Zhao Youlin supo naturalmente que el niño estaba avergonzado otra vez.
Ella le dio una palmada juguetona en el trasero, y él gritó sorprendido. Zhao Youlin giró la cabeza y se dirigió al anciano mayordomo —Está bien, lo haré yo misma. ¿Dónde está la habitación de Joy?
El anciano mayordomo se quedó helado mientras respondía casi reflejamente —Es la última habitación a la izquierda.
—De acuerdo. —Zhao Youlin asintió mientras llevaba a Joy y avanzaba.
Para cuando el anciano mayordomo volvió en sí, Zhao Youlin ya había cargado al niño y estaba en camino a su habitación.
Zhao Youlin era en realidad una huérfana. Había vivido en un orfanato hasta los diez años. Después de eso, había sido adoptada por su madrastra que era estéril.
Después de crecer, solía visitar el orfanato durante los fines de semana para ayudar a cuidar a los niños. Por lo tanto, cuidar niños no era algo difícil para ella.
Simplemente lavó a Joy y lo vistió con un adorable pijama de conejito. Zhao Youlin miró a este hijo que no era exactamente suyo mientras se sentaba obediente en la cama. Su amor maternal por él crecía, y mordisqueó la carita redonda de Joy —Eres tan bien portado. Espera aquí. Voy a lavarme, luego desayunaremos juntos —dijo.
—De acuerdo. —Los ojos de Joy brillaban mientras miraba a Zhao Youlin; estaban llenos de alegría y expectativa.
Pensaba para sí mismo que su madre era muy gentil. Después de todo, ella lo había lavado y vestido. ¡Sería maravilloso si su madre siguiera siendo así!
Zhao Youlin no pudo evitar pellizcar de nuevo la carita redonda de Joy, y el orgullo brotó de su corazón —¡Mi hijo es en efecto el niño más lindo!
El anciano mayordomo esperaba fuera de la puerta, y su mirada se volvía cada vez más complicada —La señora en el pasado nunca se habría acercado tanto al joven maestro. La señora ha... aparentemente cambiado de verdad.