—¿Qué? —Zhao Youxi quedó atónita. Por un momento, no pudo reaccionar.
Los ojos aguileños de Zhao Shunrong se estrecharon abruptamente. Su mirada era tan afilada como una hoja, disparando directamente hacia Zhao Youxi. —Te estoy preguntando, solo eres una subdirectora del departamento de desarrollo, ¿qué derechos tienes para oponerte a la distribución de personal de la empresa?
La mirada de Zhao Shunrong envió un escalofrío por la espina dorsal de Zhao Youxi, aunque ella aún intentaba mantener la calma en su rostro. Tomó una profunda respiración y dijo con firmeza, —Presidente, aunque solo soy una subdirectora del departamento de desarrollo y no tengo derecho a interferir en un asunto importante como la distribución de personal, pero por el bien del futuro de la empresa, tengo que pronunciarme sobre ciertas cosas.