Zhao Youlin echó un vistazo a Sun Fengzi y soltó una carcajada desdeñosa. —Hay mucha gente adentro y no podía respirar, así que salí a tomar algo de aire fresco. Fue una buena decisión. Si no, me habría perdido una pelea tan intensa. ¿Cómo iba a saber que tenías tantas quejas hacia el tío tercero, la tía mayor, ah, ahora debo llamarla mamá, y el abuelo?
—¿Mamá? La llamas tan íntimamente. Viniste aquí en medio de la noche a escuchar a escondidas a otras personas. ¿Así es como te enseñó tu madre? —Los ojos de Zhao Youlin de repente se estrecharon, y ella miró fijamente a la mujer que todavía hablaba mal de los demás cuando estaba equivocada. Su aura también comenzó a volverse ligeramente sanguinaria.
Zhao Shunchang sintió el cambio en el ambiente y se apresuró a extender su mano para jalar a Sun Fengzi hacia atrás. —Fengzi, cállate.
