Fu Shiqin le dio unas palmadas en el hombro a Qin Lv e interrumpió lo que estaba a punto de decir.
—Vámonos ya. Se está haciendo tarde.
Qin Lv miró a la chica sentada junto a Fu Hanzheng, sin convencerse, y sus dos manos colgantes se cerraron en puños.
Si ella hubiera cambiado su corazón por alguien más, tal vez habría podido recuperarla. Pero resulta que ese hombre era Fu Hanzheng, a quien nunca ha podido alcanzar no importa qué.
Fu Shiqin sacó al hombre de la puerta y murmuró cuando estaban fuera de la habitación.
—¡Realmente me asustaste! Pensé que algo realmente estaba pasando entre ustedes dos.
—¡Weiwei me quiere! —afirmó Qin Lv seriamente.
Ella había estado interesada en él todo este tiempo, pero por alguna razón, de repente ya no le gustaba.
Después de que ella tuvo el accidente de coche y dejó el hospital, él había estado buscándola todo el tiempo, pero había fallado al buscarla por toda la capital.
