Debido a los errores en los papeles, ella pasó los siguientes días haciendo exámenes y ejercicios.
Por la tarde, Fu Hanzheng salió temprano del trabajo y la llamó al verla inclinada sobre el escritorio y escribiendo.
—Weiwei, cámbiate, necesitamos visitar el hospital. —Gu Weiwei dejó el papel en el que estaba trabajando y fue a su habitación para cambiarse. Abrió su armario y encontró que todas sus viejas prendas habían desaparecido, ahora todas eran los atuendos más a la moda de las marcas más famosas.
Ella abrió la puerta y le preguntó a Fu Hanzheng, que la esperaba en la sala. —¿Dónde están mis ropas?
Así que cuando la tía Wang habló de arreglar su ropa por ella, estaba guardando estas cosas.
—Todo en el armario es tuyo —dijo Fu Hanzheng.
—Me refiero a las viejas —Gu Weiwei preguntó con enojo en su corazón.
Fu Hanzheng hojeó indiferente su tarea. —Si no te gustan, las reemplazaré mañana.