Kun Calvo entrecerró los ojos hacia sus hombres indecentes.
—¿Por qué la prisa, cuando terminemos la tarea, ella será toda tuya? —Gu Weiwei dijo fríamente con voz calmada.
—Antes de que lleguemos a eso, sugiero que ustedes también las liberen. Después de todo, sería muy difícil para nosotros continuar, si las chicas de la Familia Ming resultan heridas aquí —Gu Weiwei dijo fríamente con voz calmada.
—¿Chicas de la Familia Ming? —La cara de Kun Calvo cambió cuando escuchó esas palabras.
—¿No investigaron sus antecedentes antes de secuestrarlas? —Gu Weiwei se rió con un sonido burlón—. Realmente son muy valientes por haber secuestrado a la sobrina del Jefe Ming y al Director Ming.
Kun Calvo miró a Ji Cheng y Luo Qianqian – esa chica había dicho que el Director Ming era su tío, y que su padre era algún líder de las fuerzas especiales o algo así.
—Si no lo crees, entonces enciende su teléfono y revisa sus fotos —Gu Weiwei les recordó.