En la parte frontal del escenario del salón, los aplausos surgieron en el momento en que Zheng Yuan subió al escenario.
Zheng Yuan bailó con elegancia y destreza al ritmo de la música. Estaba presentando las excelentes habilidades de baile que había adquirido en los últimos años en la Tropa de Ballet Capital, luciendo tan bonita como un cisne blanco.
Los comentarios instantáneos en la transmisión en vivo cubrieron toda la pantalla.
—¿Quién no se convence con esta habilidad?
—¡Vamos todos a maldecir a la p*rra inconforme!
—¡Voten por el cisne blanco!
—¡Voten por la Diosa Zheng!
….
Los votos de Zheng Yuan aumentaban rápidamente y en un par de minutos, la cifra total había superado los diez mil.
Detrás del escenario, Zhou Linna y Zhu Xiaoqin mostraron una sonrisa orgullosa al ver cómo subía la encuesta.
—¡50,000 ahora! ¡Y sigue subiendo! —exclamó una de ellas.
—¿Dónde está Mu Weiwei? ¿Viene o no? —preguntó Zhou Linna con sarcasmo.