Gu Weiwei parecía complacida, pero aún mostraba algo de molestia.
—Así que al final sí me estás culpando.
—Estabas demasiado atractiva anoche —dijo Fu Hanzheng mientras la besaba suavemente.
Aunque había esperado mucho tiempo antes de que sucediera, lo que ella hizo anoche le había dado suficiente compensación.
Gu Weiwei se sonrojó, luciendo molesta y tímida a la vez.
—¿No puedes dejar de mencionar lo de anoche?
Se sentía tan avergonzada, cuando ella lo acosaba sin dejarlo salir de la cama.
—Anoche fuiste muy valiente, pero ahora... te ves tan tímida —se rió Fu Hanzheng.
Aunque se había perdido un asunto importante, nunca lamentó haber elegido quedarse.
Después de todo, no ibas a saber cuándo recibirías una oferta tan agradable otra vez.
Gu Weiwei hojeaba el guion —Deja de hablarme ahora.
Este condenado hombre, siempre coqueteando con ella por lo que hizo anoche.