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En el momento en que la ceremonia terminó, Li Xing'er se enteró de lo que sucedió en línea por su agente.
Así que salió del lugar lo más rápido posible y regresó al hotel.
Fu Shiyi pidió a Gu Weiwei que viniera y le mostró su teléfono con emoción.
—¡Mira lo que le has hecho! —Gu Weiwei revisó el teléfono y resopló.
—Ella se lo buscó.
Si Li Xing'er no hubiera arruinado su vestido, ella podría haber cruzado la alfombra roja de manera sexy, justo como había planeado.
Sin embargo, no hizo otra cosa más que provocarla, así que tuvo que mostrar su mejor versión; lo que causó que Li Xing'er perdiera todos los recursos en la industria de la moda.
—Creo que deberías tener un apodo —dijo Fu Shiyi.
—¿Cuál? —Gu Weiwei lo miró entrecerrando los ojos.
—¡La Maestra de las Bofetadas! —Li Xing'er había intentado causarle problemas numerosas veces pero cada vez, era consecuentemente abofeteada.
Por ejemplo, el concurso de danza de ballet y la visita a los medios de comunicación…