Con fideos aún atascados en la boca, Fu Shiqin miró a Fu Hanzheng quien había pronunciado tal asombrosa frase.
—¡Oh querido hermano, estás llegando a alguna parte!
Después de que Fu Hanzheng terminara de hacer la pregunta, volvió al estudio con calma.
Actuó como si lo que había dicho no lo hubiera dicho él.
Gu Weiwei se tocó la frente sin saber qué hacer. El apartamento era grande y acogedor, pero definitivamente no iba a vivir aquí más tiempo.
Fu Shiqin sorbió los fideos en su boca y preguntó con astucia.
—Entonces, ¿mi hermano es delicioso o no?
—¡Fuera de mi vista!
Gu Weiwei se sumergió en los fideos y dejó el tazón vacío después de terminar la comida. Luego regresó a la habitación y ya no salió más.
Después de los fideos, Fu Shiqin tomó algunos de sus bocadillos y entró en el estudio.
Continuó metiendo bocadillos en su boca mientras empezaba a chismear.
—Hermano, seamos honestos el uno con el otro. Sabías que Mu Weiwei no es horrible, ¿verdad?
Fu Hanzheng se sumergió en su trabajo, ignorándolo.
Fu Shiqin tomó una mordida de las galletas y continuó con su análisis.
—Entonces, tú que nunca tocas mujeres, dormiste con Mu Weiwei bajo sus deseos, pretendiendo como si quisieras rechazarla.
Después de que Fu Hanzheng escuchó la palabra 'pretender', lanzó una mirada helada hacia el hombre que hablaba tanto.
—¿Qué acabas de decir?
—Yo…
Fu Shiqin agarró su taza y bebió algo de agua para acompañar la comida en su boca. —Quiero decir... Mu Weiwei estaba fingiendo. ¡Ella también quería dormir contigo!
Fu Hanzheng lo miró con una mirada fría, sin palabras.
Fu Shiqin continuó, preocupado de que su hermano no creyera sus palabras.
—La echaron de la casa porque te acosaba. Ahora ha cambiado la estrategia. Empieza a retroceder para verse bien frente a ti, para alcanzar su propósito final: dormir contigo por tu apariencia.
Fu Hanzheng bajó la mirada y volvió a su trabajo. —Si vas a seguir hablando, ¡puedes salir de mi vista!
—¡Ya voy! —Fu Shiqin recogió los bocadillos y salió corriendo del estudio instantáneamente.
Fu Hanzheng cerró el archivo que acababa de terminar de leer y fue entonces cuando notó un cuaderno de ejercicios para estudiantes de secundaria colocado en la esquina de la mesa.
En la portada del cuaderno había un nombre escrito con cuidado: Mu Weiwei.
Al final del nombre había una carita sonriente encantadora dibujada de manera caricaturesca.
Observó el cuaderno pensativo por un momento y no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa. Luego continuó volviendo a su trabajo.
….
A las siete de la mañana, Gu Weiwei se despertó por la necesidad de ir al baño. Somnolienta, se levantó de la cama y caminó hacia el baño, se quitó los pantalones y se sentó en el inodoro.
Después de terminar su necesidad, rodó los ojos y justo se había levantado los pantalones cuando notó la silueta de un hombre.
Fu Hanzheng se secaba el cabello mojado y vio a la chica somnolienta sentada en el inodoro. No pudo evitar notar los muslos y el trasero de esa chica, así como su piel pura y blanca como la nieve.
Gu Weiwei parpadeó y se lamentó por dentro: ¿hay alguna forma de morir un poco más rápido?
Al ver que ella no se movía, Fu Hanzheng frunció el ceño ligeramente. —¿Cuánto tiempo más planeas quedarte?
Gu Weiwei giró la cabeza hacia el espejo a su lado, pero también vio el reflejo de este hombre en el espejo. Asustada, simplemente no tenía a dónde ir.
Si se quedaba, la situación empeoraría.
Por lo tanto, se puso de pie, se levantó los pantalones y salió corriendo del baño.
No tuvo tiempo ni para jalar la cadena del inodoro ni el valor para recoger su zapatilla perdida.
Fu Shiqin estaba estirándose en la sala cuando la vio correr fuera del baño. De repente se dio cuenta al pensar en su hermano en la ducha.
Fu Shiqin lucía siniestro. —Ja, espiaste a mi hermano en la ducha y aún afirmas que no deseas su cuerpo y su apariencia?