—Mufeng miró a Xiaoze con frialdad. ¿Qué clase de parálisis cerebral tenía para atreverse a ponerle el ojo a Jiang Xun? —se preguntó.
—Incluso si Xiaoze no sabía que Mufeng estaba con Jiang Xun, debería tener un poco de autoconciencia. Con su parálisis cerebral, ¿cómo podría merecer a Jiang Xun? —reflexionaba. Se tenía demasiado en alta estima.
—Mufeng dijo casualmente:
—Escuché que Gu Xiaoze ha estado en muchas citas a ciegas últimamente.
—¿Qué? —Yuexi giró la cabeza sorprendida y miró a Xiaoze con enfado—. ¿No era suficiente que Xiaoze tuviera deseos por Jiang Xun? ¿Por qué aún estaba yendo a muchas citas a ciegas?
—¡Realmente no la tenía en cuenta! —pensó indignada.
—Mufeng lanzó esta noticia, provocando que Xiaoze y Yuexi gradualmente se separaran.
—Él tomó la mano de Jiang Xun y la llevó a la sala de banquetes.