—¿Hay alguna diferencia? —suspiró Chengye—. La propuesta de Jiang Xun también fue para reducir las pérdidas del Grupo Chengye y proteger mi posición.
—¡No estoy de acuerdo! —Nianzhen empujó a la Tía Zhang, que la estaba apoyando—. ¡No estoy de acuerdo con el divorcio!
—Voy a llamar a Jixuan. Voy a decirle a Yuexi. —Nianzhen entró en pánico y fue a buscar su teléfono.
Jixuan y Yuexi estaban ambos en la escuela.
—Jixuan está en clase. ¿Por qué quieres molestarlo? —Chengye agarró el brazo de Nianzhen—. ¿Puedes calmarte?
—Vas a divorciarte de mí. ¿Por qué debería calmarme? —dijo Nianzhen en voz alta—. ¡Quieres divorciarte de mí solo por una frase de Jiang Xun! ¿Por qué no te vi valorar tanto a Jiang Xun en el pasado?
—En realidad, es solo un divorcio, nada más cambiará. Como vives ahora será como vivirás después del divorcio, —Chengye le dijo calmadamente a Nianzhen—. Te daré suficiente dinero cada mes para mantener tu estilo de vida actual.