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Al escuchar la puerta cerrarse de golpe, Huo Xishen apretó el puño y lo estrelló contra la pared.
Al final del día, realmente todavía no podía superar su trauma emocional.
Desde aquel incidente, su personalidad se volvió extremadamente sombría y retraída. Muy pocas personas en la residencia estaban dispuestas a jugar con él.
Le tenían miedo.
Se obsesionó con leer todo tipo de libros y se enamoró de los números, así como de todo lo relacionado con las finanzas.
Se negaba a acercarse a cualquier mujer y era resistente incluso al más leve contacto físico con ellas.
Incluida Huo Qingyuan.
Despachó a innumerables psicólogos y nunca pensó en curar su enfermedad.
Sin embargo, ahora quería curarla.
Quería intentar intimar con ella.
Tomó una respiración profunda y Huo Xishen volvió a tomar su teléfono móvil para hacer una llamada.
Huo Qingyuan acababa de subir las escaleras con agua en la mano cuando vio a Yan Jinyi saliendo furiosa del cuarto de Huo Xishen.
