Huo Zihang se lanzó hacia Yan Jinyi y exclamó emocionado—Ya he preparado los boletos de avión para ti y la compañía te ha asignado un asistente. Él te acompañará entonces.
—¿Una sesión de fotos en América?
Yan Jinyi miró a Huo Zihang con el rostro inexpresivo—. ¿Por qué tengo que ir allí?
—Porque el trabajo es ofrecido por una revista americana para la edición internacional. Gente de todo el mundo podrá verte entonces. Segunda Cuñada, ¡es una oportunidad perfecta para ti!
—No hablo bien inglés —dijo Yan Jinyi muy seriamente.
—Jaja, eso no es un gran problema, el asistente que organizaremos para ti puede hacer de traductor también, pero... —Huo Zihang miró a Yan Jinyi y continuó—. Segunda Cuñada, tú... Puede que seas la única en la familia Huo que no habla inglés.
—Discrepando, Yan Jinyi dijo—. Debes estar bromeando. Apuesto a que Huo Qingyuan tampoco puede.
Huo Zihang dudó, calculando secretamente la probabilidad de su propia muerte si le dijera la verdad.
