El diseño interior del apartamento estaba ligeramente inclinado hacia una decoración de estilo industrial. Tan pronto como Yan Jinyi entró, pudo oler el rico aroma de la comida.
Ya había una variedad de delicias dispuestas en la gran mesa de madera.
Yan Jinyi se sonó la nariz porque empezaba a sentir hambre.
—¿Qué te parece? —preguntó Zhuang Heng con una expresión de autosatisfacción y ambas manos en la cintura—. ¿Es muy fragante la comida cocinada por nuestra niñera? Pimienta Pequeña, una vez que te cases conmigo, podrás disfrutar de estas delicias todos los días.
Yan Jinyi lo miró en silencio y dijo:
—Nah.
—¿Dónde está tu madre?
—Está duchándose en su habitación —respondió Zhuang Heng claramente descontento.
—Huh?
Zhuang Heng llevó a Yan Jinyi a un recorrido por la habitación. Estaban sentados en el sofá mirando algunos dibujos animados cuando una mujer de mediana edad de repente habló.
—Zhuang Heng, ¿ya llegó la chica que mencionaste?
—Ya está aquí.
