—Yan Jinyi ignoró la mirada expectante de Huo Qingyuan y dijo —No pierdas el esfuerzo. Eres fea de entrada, y serás incluso más fea si no cuidas tu piel.
—Huo Qingyuan señaló a sí misma inconscientemente. «¿Fea? ¿La Segunda Cuñada me está llamando fea? ¡Ella realmente piensa que soy fea!»
—Segunda Cuñada, ¿qué tipo de chicas crees que son hermosas?
—En la mente de Yan Jinyi apareció inmediatamente la cara de Shen Yan y sonrió mientras decía con una voz más tierna —Chicas como Shen Yan.
—Huo Chengyu, que estaba leyendo un libro, no pudo evitar echar un vistazo a Yan Jinyi.
...
—En la primera semana que Yan Jinyi regresó a casa, Zhuang Heng, quien no había aparecido frente a ella desde hace mucho, de repente la llamó.
—Pimienta Pequeña, hoy es mi cumpleaños y mi madre realmente quiere verte.
—Yan Jinyi puso los ojos en blanco y dijo —¿Qué tiene que ver tu cumpleaños con tu madre? No voy a reunirme con ella.
