```plaintext
—Huo Zihang, ¿para qué estás siendo tan tacaño? —Yan Jinyi de repente gritó.
Huo Zihang sacudió su cuerpo subconscientemente y miró a Yan Jinyi confundido.
—Espera... ¿No estás abogando por el ahorro y la frugalidad? ¿Por qué me estás gritando? ¿Ya no me quieres porque ahora tienes a Zhao Xinchen? —Huo Zihang parpadeó con los ojos enrojecidos, sintiéndose extremadamente agraviado.
—Escribe un cheque por 1 millón de yuanes y colócalo sobre la mesa.
—Yo... Yo no traje mi chequera.
—¿Ha sido Yan Jinyi poseída por un fantasma? Normalmente es muy ahorrativa y ahora quiere que ponga en juego un millón de yuanes. De todos modos, no tengo cómo recuperarlo. —Huo Zihang fue forzado a grabar el video adecuadamente.
El valor total de los activos puestos en juego era superior a 100 millones de yuanes.
Los ojos de Yan Jinyi brillaban y ella sonreía con malicia, como si ya pudiera verse adquiriendo esos tesoros.