Huo Xishen de repente recordó aquel beso y no pudo evitar mirar sus labios mientras sus orejas se ponían rojas. —No fue grandioso. Cariño, terminé teniendo que tomar un baño largo anoche por tu culpa.
—¿Para qué? Puedes usarme para satisfacer tus deseos cuando quieras.
Zhang Guoquan, que estaba revisando el equipo electrónico de la casa con una tablet, entró justo en ese momento.
Al escuchar esto, no pudo evitar sacudir la cabeza.
—¡Qué mal gusto! La Segunda Joven Maestra Huo incluso se atreve a provocar al Segundo Joven Maestro.
Era la última escena a filmar para Yan Jinyi. Cuando llegó al set, todos estaban discutiendo el incidente de Liu Ran en pequeños grupos.
Cuando vieron a Yan Jinyi, todos se detuvieron y la saludaron.
—Buenos días, Hermana Jinyi, es tu último día con nosotros, ¿verdad?
—Te extrañaremos, Hermana Jinyi. No puedo creer que Liu Ran realmente te hiciera eso, fue demasiado.
