—Cariño, ¿puedes decirme para qué quieres ese terreno?
—No es asunto tuyo.
—Quiero usarlo para hacer lo que me plazca.
—¿Como qué? —preguntó Huo Xishen.
—Como construir dos casas para mis hombres mantenidos.
—¡Creo que es peligroso dejar mis activos inmuebles en la ciudad! —dijo Yan Jinyi con rectitud.
—¿Activos inmuebles?
—Cariño, ¿qué activos inmuebles tienes tú? —la miró Huo Xishen con una expresión de desconcierto.
—¿Por qué? ¿Me estás menospreciando?
—Los galanes de todos los ámbitos son mis mayores activos inmuebles.
Por supuesto, Yan Jinyi no sería tan tonta como para decir eso delante de Huo Xishen.
Cruzó los brazos y levantó la barbilla condescendientemente. —Tengo algunos cuadros y regalos de amigos, son todos mis tesoros. ¿No se consideran activos inmuebles?
—Sí.