—Señor Tang, como prometí, definitivamente no saldremos perdiendo. Mire la tasa de taquilla de la película de Tao Wei. Actualmente, solo han vendido boletos a cientos de miles de personas mientras que nosotros ya hemos vendido millones —dijo Lin Chenggong con confianza.
Apoyado en el sofá con pereza como de costumbre, Tang Qing giraba la copa de vino en su mano y dijo:
—Mhm, no está mal.
Viendo que su copa estaba casi vacía, Lin Chenggong tomó la iniciativa de llenar la mitad de la copa con vino y comentó:
—Señor Tang, estoy planeando producir una película de ciencia ficción a continuación. Usted...
Mirándolo de reojo, Tang Qing preguntó despectivamente:
—¿Espera que invierta otra vez?
—Jeje, creo que tendremos una cooperación feliz —respondió Lin Chenggong con una sonrisa esperanzadora.
Ajustando su postura, Tang Qing dijo:
—Director Lin, nunca haré tratos en algo que me vaya a provocar pérdidas.
Lin Chenggong asintió profusamente y dijo:
