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—Huo Zihang le dio silenciosamente un pulgar hacia arriba a Yan Jinyi.
—¡Genial!
—¡Eres realmente genial!
—¡Eres tan genial que nadie puede superarte!
—¿A esto le llamas ser culto? —Yan Jinyi levantó las cejas y miró su celular como si fuera Huo Xishen—. Soy muy elocuente y puedo regañar a alguien muy mal, ¿puedes tú? Si eso no es ser culto, ¿qué es?
—Esta mujer es realmente grosera y arrogante. —Huo Xishen dijo fríamente—. Pídele al Tío Zhang que te contrate un tutor.
—¿Contratar un tutor? —.¡Que te jodan y que se joda contratar un tutor! —Tacaño y mezquino avaro —.Déjame decirte, será mejor que no vuelvas a casa o ¡me acostaré contigo!
Después de decir eso, Yan Jinyi colgó furiosa.
Huo Xishen miraba la pantalla de su celular que había vuelto automáticamente a la página principal, su cara llena de ira.
—¿Acostarte conmigo? —Jajá...