Lu Man: …
Acababan de verse ayer, ¿por qué lo extrañaría tanto?
Aunque... sí lo extrañaba un poco.
—Hoy vine a la escuela para tomar clases —dijo Lu Man—. Apenas llegué, me enteré de que He Zhengbai originalmente iba a ser director de un drama, pero al final lo despidieron.
—¡Quién le manda molestarme, duh!
Al escuchar eso, Lu Man confirmó que su suposición era correcta. —Tenía razón, es cosa tuya.
Han Zhuoli dejó su pluma fuente en la oficina. —¿Qué pasa? Tu corazón no duele, ¿verdad?
—¿Por qué me va a doler el corazón y por quién! —refunfuñó Lu Man, descontenta—. Estaba pensando en elogiarte por hacer algo bueno ahora mismo, pero ya no quiero elogiarte.
Después de eso, mientras el teléfono estaba presionado a su tierra, podía escuchar a Han Zhuoli soltar una carcajada, era un poco ronca, y extremadamente sexy.