Dai Yiran señaló la pila de documentos. —Igual que estos, ¿por qué Ye Xiaoxing te ha dado todo el trabajo? Es porque te pueden intimidar fácilmente, no tienes respaldo. Aunque Ye Xiaoxing te intimide, no le asusta, porque no tienes cómo defenderte. Además, nadie está dispuesto a defenderte porque no se pueden permitir ofenderme a mí, de hecho, hasta quieren intentar congraciarse conmigo. Esta es la diferencia entre tú y yo, ¿entiendes?
—Lo sé, ya puedes irte —dijo Lu Man, sin importarle en lo más mínimo.
—¡Lo estás haciendo a propósito, cierto! —Dai Yiran señaló acusadoramente con el dedo la nariz de Lu Man, estaba tan enojada que sus dedos temblaban.