Zhang Hui estaba feliz al principio cargando a su bisnieto. Quedó atónito cuando Liang Jing de repente rompió a llorar.
Pensó que Liang Jing estaba incómodo y apresuradamente se lo devolvió a Liang Xun.
Al final, Liang Jing lloró aún más fuerte en los brazos de Liang Xun.
—¿Cómo Liang Xun no iba a saber lo que su hijo quería decir? Si estuviera en casa, definitivamente no le molestaría. Sin embargo, después de todo, no estaba en su casa. Era realmente perturbador verlo llorar tan desinhibidamente.
Liang Xun no quería provocarlo más y lo envió a los brazos de Jing Yao.
Una vez que estuvo en los brazos de Jing Yao, Liang Jing dejó de llorar y se acurrucó en los brazos de Jing Yao, mimándose.
El rostro de Liang Xun estaba aterradoramente oscuro. Si Liang Jing tuviera unos años más, probablemente sería castigado.
