Cuando Liang Xun entró en el dormitorio, Jing Yao estaba durmiendo profundamente. Ella normalmente dormía una hora durante su siesta de la tarde.
Liang Xun no la despertó. Extendió la mano para sentir la temperatura de su frente y se dio cuenta de que no había nada inusual. Entonces, salió silenciosamente del dormitorio.
Después de charlar con Yu Dong durante aproximadamente media hora, Jing Yao salió.
Acababa de despertarse y todavía estaba aturdida. Su expresión parecía un poco confusa.
Al verla salir, Liang Xun se levantó de prisa y se acercó a ella.
En cuanto se acercó, Jing Yao se tambaleó y se lanzó a sus brazos, frotando su cabeza contra su pecho.
Era raro que Liang Xun recibiera tal trato. Jing Yao era fácilmente tímida, así que Liang Xun era el primero en acercársele.
El corazón de Liang Xun se ablandó cuando su suave cabello rozó la piel de su cuello. Levantó su mano y abrazó a Jing Yao, bajando su cabeza para besar la cima de su cabeza.
