En este momento, ya estaban muy lejos de la habitación de Zhang Li. Zhang Ji sonrió a su hijo pequeño y levantó las cejas —¿Qué pasa?
Zhang Chu se rascó su carita. Después de aguantarse durante mucho tiempo, finalmente dijo con incertidumbre —¿Muy gentil?
Después de decir eso, miró a Yu He preguntando —Mamá, eso es lo que tú dijiste, ¿verdad?
Yu He le tocó su pequeña nariz y sonrió —Sí, Bebé es increíble.
Después de recibir el elogio de su madre, Zhang Chu estaba tan feliz que incluso dio saltitos mientras caminaba.
Zhang Ji estaba entre risas y lágrimas. Miró a Yu He con expresión agraviada —Cariño, ya tiene 10 años y es un niño grande. ¿Por qué todavía le llamas bebé?
Yu He estalló en carcajadas y dijo impotente —No importa la edad que tenga, sigue siendo mi hijo. Si no le llamo Bebé, ¿debería llamarte así a ti?
Zhang Ji levantó las cejas —No es imposible.
—… Yu He.
—¿Quieres ver cuántos años tienes ahora? —Yu He lo miró burlonamente.
