—Afortunadamente, la situación de la habitación no era tensa —dijo—. Zhang Ting negoció rápidamente con el hospital y cambió a Jing Mo a una habitación individual al final del pasillo.
Jing Mo siempre había sido reacio, pero ahora no podía moverse —comentó—. Zhang Ting llamó a una enfermera alta y profesional para que lo llevara a la cama móvil y lo trasladara a la habitación individual.
—A Jing Mo le importaba mucho su apariencia y siempre había pretendido ser gentil y refinado —narró—. Esta vez, no pudo preocuparse por nada frente a la manera dura de manejarse de Zhang Jing y empezó a discutir con él en voz alta.
—Había gente yendo y viniendo en el hospital y su voz atrajo con éxito mucha atención —continuó.
—Sin embargo, a Zhang Jing no le importó en absoluto —afirmó—. Instruyó directamente al cuidador para que lo alejara. Después de empujarlo a la habitación individual, pidió al cuidador que lo pasara a la cama.