Después de calmarse, recordó que había alguien más. Ji Wei levantó la mirada. —¿Escuchaste eso, Hermana Yaoyao…
La voz de Ji Wei se detuvo de repente.
¿El hombre alto frente a él, que solía ser tan arrogante, realmente estaba llorando?
Ji Wei estaba ligeramente aturdido y se quedó impactado nuevamente.
Que Liang Xun le gritara y ver llorar a Wen Chen le causó un grado similar de impacto. Ambos podían darle arritmia cardiaca.
Ji Wei estuvo aturdido por mucho tiempo antes de recordar tomar un pañuelo y pasárselo a Wen Chen, pero Wen Chen no lo tomó.
Él se dio la vuelta y se fue. Sus pasos eran inestables, y su vista trasera se movía con temblor.
Los ojos de Ji Wei se volvieron rojos y casi llora.
Esta era la primera vez que veía a Wen Chen así.
Sin embargo, al final no lloró. Después de todo, sabía que Wen Chen se lo merecía. Si realmente le gustaba tanto, ¿de dónde venía toda esa maldad? Pero viéndolo ahora, este profundo amor no parecía falso. Entonces…
