Cuando Song Fengwan vio a Fu Chen agacharse y bajar la cabeza, hizo un gesto con la mano. —Esta altura es justo la adecuada.
Sus dedos deslizaron inadvertidamente sobre la parte superior de su cabeza mientras indicaban la diferencia de altura entre ellos.
La mirada de Fu Chen era profunda mientras extendía la mano y sostenía su inquieta mano con delicadeza...
—¿Qué altura es justo la adecuada? —Su voz era más baja y contenía un atisbo de diversión.
La visión de Song Fengwan estaba un poco borrosa. Podía sentirlo sonriendo.
Debido al alcohol, su visión se volvió borrosa de nuevo, y sus ojos se sentían secos y calientes.
—... Eh, solo... —La consciencia de Song Fengwan se desvanecía, y no estaba segura de lo que quería decir.
Fu Chen bajó los ojos y sonrió con cariño.
Quería abrazarla, pero sentía que no era apropiado.
Suspiró y alzó la mano para acariciar la parte superior de su cabeza. Tomó su mano y la llevó a la habitación privada. —Volvamos.