Después de regresar de sus vacaciones de Año Nuevo, Song Fengwan ajustó su horario durante un día antes de entrar en el intenso período de revisión y exámenes. Tenía cinco exámenes en una semana. Como era el primer semestre de su primer año de universidad, la mayoría de las clases eran teóricas, y tenía que memorizar mucho.
Fotocopiar los exámenes anteriores a lo largo de los años le costó más de 80 yuanes. La información era tan extensa que era imposible terminarla.
Quizás porque había estado demasiado relajada anteriormente, no se sentía cansada cuando se levantaba a las cinco de la mañana todos los días en la escuela secundaria. Ahora que se despertaba a las seis para memorizar libros, sentía que era una tortura.
Durante todo el período de exámenes, estaba tensa y no tenía tiempo para preocuparse por nada más.
Tuvo dos exámenes el mismo día, uno en la mañana y otro en la tarde. Estaba tan ocupada que ni siquiera podía almorzar, mucho menos contactar a Fu Chen.
