Desde que Michael Gallagher fue dado por muerto, no lo habían visto en persona y había muy pocos informes sobre él en línea, lo que hacía que la gente en general creyera que la noticia era falsa.
Pero ahora, Michael Gallagher estaba a punto de aparecer, y pronto quedaría claro si la noticia era verdadera o falsa.
Bailey Gallagher abrió los ojos de par en par, saltando emocionadamente desde el sofá.
En la entrada, Michael Gallagher, vestido con un abrigo largo, entró.
Ya era atractivo, y habiendo superado dificultades, sus rasgos parecían aún más guapos, su mandíbula pronunciada, sus ojos hundidos no revelaban emoción.
Estaba erguido, contenido aunque incisivo. Incluso si solo llevaba un abrigo, no podía ocultar su formidable aura.
Algunos miembros de la familia Gallagher se quedaron atónitos. El Michael Gallagher que recordaban era un joven desenfrenado y arrogante. Pero ahora, había superado esa insouciance juvenil, aunque seguía brillando intensamente.
