—Si quieres ir, entonces vayamos juntas —asintió Amanda Leaford con una sonrisa.
—Natalie Lambert hizo un puchero, la emoción escrita en toda su cara.
Recientemente necesitaba joyas nuevas, y esta resultó ser una gran oportunidad para conseguir que su papá le diera algo de dinero.
Las mujeres de la sociedad en Ciudad Capital a menudo asistían a varios banquetes y gastaban mucho en joyas y ropa. Cada vez, James Leaford les daba a ella y a su hermana una tarjeta para gastar como quisieran.
Sin embargo, desde que algo sucedió en la familia Leaford, James ha reducido sus gastos.
—Yo cubriré las joyas y la ropa para este banquete —tomó la iniciativa Molly Walker.
—Gracias, prima. Eh, no sé cómo agradecerte lo suficiente —aunque su boca decía eso, Natalie ya estaba muy emocionada.
Había visto las noticias sobre su prima y Stephen Crane .
Como heredera de Stephen Crane, eso significaba que era rica.
