—Provocador... —Los ojos de Gillian estaban rojos como los de un conejo—. Sí, ahora soy así, y todos me desprecian. No importa lo que haga, está mal.
—Solo fui a buscar cooperación, no le pedí ayuda, solo una simple cooperación uno a uno. Incluso un extraño lo consideraría, y no digamos la tecnología de la familia Hopkins que muchas empresas están peleando por obtener.
—Solo quiero que los dos ganemos, ¿qué tiene eso de malo? —Las lágrimas caían de las esquinas de los ojos de Gillian.
Se sentía angustiada y avergonzada.
Frente a Ethan, Ivy no le mostró la cara, el segundo hermano no le mostró la cara y ahora incluso el tercer hermano vino a darle una lección.
¿Qué hizo mal?
Solo quería vivir una vida mejor.
—¿Qué tiene eso de malo? Mira en tu conciencia, Gillian —quería contratar a alguien para matarme —Joshua sonrió con frialdad y desdén—. Oh cierto, no estás equivocada, solo tienes un cerebro de cerdo y un corazón negro.