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Esto fue inesperado; ella nunca imaginó que su madre fuera capaz de una reacción tan dramática.
Jeremy Norman cerró la puerta del coche, en su rostro normalmente gentil apareció una rara expresión de crueldad.
Nadie en casa sabía sobre el objetivo final del compromiso de él y de Molly Walker. Él no quería decirles y no podía decírselos, porque después de todo, era algo a lo que él voluntariamente había accedido.
—Mamá, vamos a comer a otro lugar —propuso Jeremy, sin más, pisando el acelerador.
Para su sorpresa, la mujer en el asiento trasero apretó los dientes e incluso golpeó su cabeza contra la ventana del coche.
Hubo un fuerte 'golpe', después del cual un profundo silencio llenó el coche.
Al final, la madre de Jeremy salió del coche, su frente roja por el impacto.
Jeremy la siguió detrás con un semblante malhumorado.