—¿No estaba ella en estado vegetativo? ¿Cómo puede mover la mano? —Como para responderle, los dedos de Amanda Leaford se movieron de nuevo.
—Esta vez, Amelia Collins lo vio claramente. No lo vio mal, ¡Amanda realmente se movió!
—¡Alguien venga! ¡Rápido! ¡La señora Thompson se está moviendo! —Tan pronto como estas palabras fueron dichas, los sirvientes que estaban de pie afuera entraron rápidamente como un enjambre.
—¡La señora Thompson se está moviendo!
—¡La señora se está despertando! —Las caras de los sirvientes estaban llenas de sorpresa y alegría.
—Ve e informa a la familia Thompson, ¡yo le daré un masaje! —Amelia Collins tomó una decisión rápida. Caminó hacia el lado de Amanda Leaford, frotando sus manos y pies.
Habiendo estudiado enfermería, sabía que además de necesitar a alguien que llamara constantemente a los pacientes en coma, también necesitaban masajes para evitar la necrosis celular.