No muy lejos, Once apretó sus puños firmemente. Su rostro estaba tan sombrío que parecía como si llamas fueran a brotar de su cabeza. Los otros guardaespaldas no bajaban sus voces, así que, naturalmente, Once escuchó todo.
En efecto, justo como dijeron esos guardaespaldas, podría no ser capaz de vencer a Liu Ying durante las pruebas para capitán principal esta vez.
Liu Ying entrenó a un par de nuevos guardaespaldas bastante buenos para obtener la posición de líder del equipo. Quizás después de la evaluación, la antigua posición de Once como líder del equipo podría ser arrebatada y él se convertiría simplemente en un guardaespaldas ordinario...
—Entrenador Once, creo que puedes hacerlo —Ye Wanwan notó que Once no se veía muy bien, así que trató de animarlo.
—Gracias, señorita Wanwan. ¡Trabajaré duro! —Once asintió.
Aunque Once sonaba decidido, sus ojos estaban apagados; era obvio que no estaba muy seguro de sí mismo.
