—Ay, esta niña... —La anciana señora estaba de lado, se apartó y observó a la chica correr apresuradamente sintiéndose un poco conmovida.
En el dormitorio, el hombre miraba en la dirección por la que se había ido la chica con una oscuridad en sus ojos que no podía ser disipada.
—¿No me preocupa mi vida?
—¿Cómo podría no preocuparme...?
—Ella está cada vez más cerca de mí...
—Más y más real...
—Como si pudiera tocarla...
Después de que Ye Wanwan salió corriendo, encontró un lugar junto a un pequeño arriate de flores y se quedó allí enfurruñada.
—Realmente estoy a punto de morir de ira por ese no-humano.
—¿Quién en el mundo hablaría con su socio comercial por teléfono, diciendo que discutirán el proyecto en tres días justo después de que su energía vital fue drenada por el exceso de trabajo, sobrevivir a un intento de asesinato y ser diagnosticado con solo seis meses de vida?
—Incluso si una persona no quisiera vivir más, no se haría esto a sí misma, ¿verdad?