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Observando desde la distancia, Ye Shaoting había estado callado todo este tiempo. Frunció el ceño mientras miraba a Ye Wanwan, quien parecía haberse convertido en una persona completamente diferente, y su corazón se llenó de dudas.
La hija que recordaba jamás sería tan sensata y obediente, y además odiaba a la familia Ye hasta la médula.
Ye Shaoting se preguntaba si la aparición repentina de Ye Wanwan en el banquete de cumpleaños de su abuelo era simplemente para transmitirle sus buenos deseos, o si tendría otros motivos como arruinar el banquete y avergonzar por completo a toda la familia Ye.
Ye Shaoting obviamente no quería que su propia hija hiciera eso, pero habían pasado tantos años… y sinceramente ya estaba bastante cansado de todo…
Ye Wanwan se percató de las sospechas de su padre de manera involuntaria y se sintió desolada.