Al siguiente segundo, un bang resonó no muy lejos.
Ye Wanwan vio claramente las grietas en la pared al lado de Liu Ying…
Él apretó el puño con fuerza y lanzó una mirada furiosa en dirección a Ye Wanwan. Luego, sin tener en cuenta la reacción de Qin Ruoxi, se giró sobre sus talones y se alejó.
Uh, se fue hecho una furia…
Ye Wanwan: …
En realidad, todo lo que realmente quería era comer algunas semillas de melón.
Hablando de eso, no era de extrañar que Qin Ruoxi pudiera alcanzar su alta posición en la familia. Incluso después de presenciar a Si Yehan siendo íntimo con ella, todavía mantenía la compostura y estaba consolando a Liu Ying en su lugar.
Ese tipo de mujer, que era hermosa tanto por dentro como por fuera, que era hábil en el uso de la pluma y el rifle y que no se ponía celosa fácilmente, era sencillamente perfecta.
Incluso ella pensaba que Si Yehan estaba ciego, sin mencionar a sus secuaces y seguidores.
