Aún sabía un poco de Jiang Yanran ya que habían sido compañeras de habitación durante bastante tiempo y en ese momento, su relación aún no se había deteriorado.
—Solo al escuchar todo esto, el Señor Jiang montó en cólera —tonta! Yanran, ¡eres la niña de nuestros ojos! ¿Cómo puedes degradarte por un hombre?! ¡Sin mí, la familia Song estaría en bancarrota! ¡Él debería mimar a mi hija como a una princesa! En cambio, te trata tan mal, ¡como si fueras una mucama a su merced!
—La Señora Jiang también estaba incrédula —¡tonta! ¿Por qué eres tan tonta?! ¿Por qué no nos contaste?
—Yanran temía que si se quejaba con ustedes, Song Zihang la odiaría aún más…
—Ye Wanwan sollozó y continuó con ira —después de poner tanto esfuerzo, ¿qué obtuvo al final? ¡Fue él disfrutando de los esfuerzos de Yanran con la conciencia tranquila y el apoyo financiero del tío y la tía mientras él se enredaba con la mejor amiga de Yanran!