—Los problemas psicológicos de Ji Ning eran más serios. El simple hecho de poder asistir al banquete con Shen Hanxing ya era un gran paso adelante para ella. Shen Hanxing había estado atenta a su hermana todo el tiempo. Cuando Shen Hanxing escuchó su voz tenuemente temblorosa, no pudo preocuparse por nada más.
—Ella preguntó con preocupación: ¿Qué sucede? ¿No te sientes bien? ¿Quieres encontrar un lugar para descansar?
—No, no es necesario. Puedo aguantar esto —Ji Ning bajó la cabeza. Sus pestañas temblaron ligeramente. Su pequeño rostro pálido se veía frágil y lastimoso. Ella estaba obviamente muy asustada, pero pretendía ser fuerte y trataba de aguantar—. Cuñada, yo... yo estoy bien. Solo necesito apoyarme en ti, cuñada.
—Te llevaré a algún lugar para que descanses primero —Shen Hanxing tomó una decisión rápida. Asintió a las socialités a su alrededor—. Lo siento. Mi hermana no se siente bien. Charlaré con todas otro día.
—¡Pequeña pícara!