Destruido
—Espera —Shen Hanxing de repente la llamó—, tengo una pregunta para ti. En la cena la última vez, ¿tus padres te dieron el vaso de jugo de frutas con ingredientes extra que me diste?
—¿Jugo de frutas con ingredientes extra? —Ji Qian casi saltó de ira—. ¿Qué jugo de frutas con ingredientes? Cuñada, ¿qué te hicieron?
Shen Hanxing sonrió a Ji Qian para aplacarla. Luego, volvió su mirada hacia el rostro de Yu Mi.
El rostro de Yu Mi estaba pálido como la muerte. El brillo en sus ojos que tenía justo ahora cuando mencionó la preocupación de sus padres por ella había desaparecido. Su figura esbelta temblaba ligeramente, llena de desesperación y dolor. Aunque no respondió, Shen Hanxing ya conocía la respuesta.
La expresión de Yu Mi era demasiado lamentable. Shen Hanxing se levantó y la ayudó a ponerse el abrigo. —No pienses tanto. Puedes volver.
