Los humanos eran todas criaturas que buscaban beneficios. Tanto el Abuelo Ji como Ji Yan, ninguno de ellos eran idiotas. Una empresa que había perdido dinero año tras año se había convertido en la herramienta sanguijuela de Ji Mei de la Corporación Ji. ¿Cómo podrían tolerarlo tanto tiempo? El significado detrás de todo esto era evidente. Esta empresa no era una pequeña empresa ordinaria. Estaba conectada con los altos cargos.
Desafortunadamente, Ji Mei era aún más codiciosa e ignorante de lo que el Abuelo Ji y Ji Yan habían imaginado. Chupar sangre de la Corporación Ji ya no era suficiente para satisfacer sus deseos. Tenía pensamientos maliciosos y comenzó a recaudar fondos ilegalmente.