Shen Qianrou no pudo contener su ira y lanzó su teléfono al suelo.
Acababa de recibir dos ofertas de patrocinio internacional este año. ¡Si esta situación continuaba, podría perderlas!
En medio de sus pensamientos, su representante Bai Huanhuan, empujó la puerta con una expresión sombría.
Al acercarse a su lado, soltó un suspiro de impotencia al ver el grupo de fans reunidos abajo.
—Gracias a tus fans, ambos anunciantes internacionales retiraron sus ofertas.
¡El rostro de Shen Qianrou palideció instantáneamente!
No había sido fácil para ella expandirse al extranjero. Ese fue su primer paso hacia la escena internacional, ¡y fue arruinado!
—¡Basura! ¡Diles que se larguen!
¡Debido a su limitada capacidad, ella terminó siendo la chivo expiatorio!
¿Estaban aquí para apoyarla o para perjudicarla?
—¡Un montón de tontos!
Shen Qianrou apretó los dientes de rabia. Al final, se dirigió al sofá y se sentó, mordiéndose los labios para obligarse a calmarse.