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La respuesta de Bo Jinchuan hizo que la cara de Shen Fanxing se volviera aún más pálida.
Después de un momento, sonrió con desolación.
Ella lo sabía...
Ningún hombre lo pasaría por alto.
Sin embargo, Bo Jinchuan alzó la mano para secarle las lágrimas en ese momento y dijo:
—Te daré la oportunidad de ajustar cuentas con él personalmente. Pero después de eso, ¡él es mío!
Los ojos de Shen Fanxing temblaron mientras lo miraba fijamente.
Bo Jinchuan bajó la cabeza y besó las lágrimas de la esquina de sus ojos.
—Ya no tienes que sentirte inferior, porque me tienes a tu lado. Puedo darte toda la gloria.
Lágrimas brotaron en los ojos de Shen Fanxing al sentirse conmovida.
—¿Qué haría... si te dejo? —preguntó ella.
Bo Jinchuan entrecerró los ojos, su voz fría y peligrosa:
—¿Todavía quieres dejarme?!
Shen Fanxing negó con la cabeza:
—¿Y si no tuviera otra opción...?
—¡Tú!