—¿Un tatuaje? —preguntó Bo Jinchuan señalando su pecho donde estaba su corazón.
Al escuchar esto, Shen Fanxing colocó su mano en su pecho inconscientemente y respondió:
—Sí...
Bo Jinchuan asintió ligeramente antes de enderezarse y dar un par de pasos hacia atrás:
—En verdad me sorprende.
¿Cómo podría una mujer de apariencia conservadora como ella pensar en hacerse un tatuaje?
Shen Fanxing no respondió y sus cejas se fruncieron en profunda reflexión.
Justo entonces, su teléfono sonó de nuevo.
Shen Fanxing volvió a la realidad y soltó un suspiro. Al coger su teléfono, vio un mensaje de Xu Qingzhi.
Era un mensaje de voz.
Shen Fanxing echó un vistazo furtivo a Bo Jinchuan.
Bo Jinchuan la miraba calmadamente mientras sus ojos reflejaban un destello de diversión.
Ella se obligó a pulsar el mensaje de voz y sonó la voz clara de Xu Qingzhi:
—¿Ya terminaste de verlo? —dijo.
Shen Fanxing respondió con una serie de puntos suspensivos, que reflejaban sus sentimientos actuales.