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Cuando vio a la mujer que se acercaba a él con elegancia, su mirada se congeló y su agarre en la copa de vino se apretó inconscientemente. La miró incrédulo.
Shen Qianrou levantó la vista casi al mismo tiempo. Cuando notó a Shen Fanxing, la sonrisa tímida en su rostro se congeló instantáneamente.
—¿Shen Fanxing?
—¿Quién es ella? Es... ¡tan hermosa!
—Sí, ¡es tan elegante!
—¿Viste el vestido que lleva puesto? Ese color es poco común, ¿no? ¡Es tan bonito!
Shen Fanxing ignoró los susurros a su alrededor y avanzó con una expresión indiferente.
Pero Shen Qianrou no podía ignorar esos cumplidos que habían penetrado en sus oídos.
Echó un vistazo a Su Heng, solo para verlo mirando fijamente a Shen Fanxing. Sus ojos apenas podían contener su asombro.
Al escanear su entorno, la atención de todos se había desplazado hacia Shen Fanxing como esperaba.
Apresuró los labios con fuerza, deseando poder aplastar la copa de vino en su mano.