—Gracias, Hermano Heng —Su Heng mostró una sonrisa suave y la llevó hasta Lin Feifei.
Shen Qianrou miró a su alrededor, pero no había rastro de Shen Fanxing.
La abuela había dicho que enviaría a alguien para impedir que Shen Fanxing entrara primero. Así que todavía no estaba aquí.
Era bueno que la abuela fuera precavida y tuviera previsión. Por eso, había arreglado que Lin Feifei estuviera allí en caso de que Shen Fanxing no cooperara.
Los tres esperaron fuera por un rato. Su Heng bajó la mirada a su reloj varias veces y su rostro se oscureció a medida que pasaba el tiempo.
—Qianrou, ¿estás segura de que Fanxing vendrá hoy? —Shen Qianrou sacudió la cabeza y respondió:
—No estoy segura. Antes dijo que vendría.
Su Heng echó otro vistazo a su reloj y dijo:
—Entremos primero. Ella no asiste a eventos con frecuencia, no creo que venga hoy.
Shen Qianrou parecía preocupada.
—Pero ¿y si Hermana no puede entrar si entramos sin ella? No tiene invitación.
