Desde hace tiempo había decidido no servir a Lu Nian.
Por lo tanto, quería firmar a Qiao Nian, esta hermosa joven. Primero, Qiao Nian era realmente buena con el violín. Segundo, su personalidad también era agradable.
Si Qiao Nian debutaba, no pasaría mucho tiempo antes de que alcanzara a Lu Nian.
En ese momento, el sonido de un piano venía del escenario.
Qiao Nian y el Hermano Cao se sentaron juntos.
La música relajante hacía que uno se relajara. La mirada de Qiao Nian cayó en el perfil lateral de Lu Nian.
Tenía el puente de la nariz alto y una leve joroba. Su perfil lateral era bien definido, como las características pronunciadas de un hombre occidental, pero sin carecer de la guapura de un hombre asiático.
Qiao Nian miró el perfil de Lu Nian. Por alguna razón, tenía una extraña sensación, como si hubiera escuchado la canción antes, o visto a Lu Nian tocando el piano para ella.
De repente, una imagen extraña cruzó su mente.
